martes, 14 de octubre de 2008

Dardo

CAIO !!!
No vale hacer llorar a los viejitos!!! Por el tercer renglón ya iba con los mocos por las pelotas!!! M`angustiaste!!! ¿Eso hacíamos? No, No! Leí tu carta e inmediatamente comencé a pensar como reparar tanta maldad! Y lo peor es que de los primos mayores, Norma esta en Bariloche y Mónica en Córdoba y parece que no vienen.... Así que tendré que hacerme cargo yo “solito”. Ufff....! Así que pensé hacer un gran cartel luminoso para la entrada del campo que diga: “Reconciliándonos con Caio”. Todo Azul va a ser... Un cartel azul con las letras de neones rojas que apaguen y prendan. En el momento que vos llegues, se va a abrir un boquete en el suelo y, desde abajo, va a ir subiendo una plataforma sostenedora de orquesta con una banda de 200 músicos interpretando la melodía principal de la ópera “Perdóname bajo las estrellas”. A ambos costados, grupos de setecientos bailarines sostendrán pancartas doradas con imágenes de tu rostro y todos cantará, a la vez: ¡Caio eres Dios!. De pronto, desde el cielo aparecerá una nave, también azul, con miles de relámpagos plateados. De ella bajará una niña que, en realidad, flotará en el aire asistida por 20 querubines con trompetas anunciando la ceremonia de la “Reconciliación sin Amarguras” de Mozart. Allí, la niña llegará a vos, y te conducirá a un alto Trono de Cristal rodeado de odaliscas aladas que, en preciosa coreografía, formaran las letras de la palabra “Caio”. Todos los fuegos artificiales estamparán el cielo con los colores del Arco Iris, en homenaje a la dulzura de la Paz. Ahí, la orquesta ejecutará el pasaje culminante de la partitura y de la nave, apareceremos todos los primos mayores con la gran Corona y te haremos “Super Rey Caio”, y todo bajo las estrellas. Los neones seguirán titilando y, desde el punto de la letra “i” de la gran palabra “Caio” del cartel, yo lanzaré al aire una paloma. Allí se apagarán todas las luces y los fuegos artificiales. Solo vos quedarás iluminado en medio de todo el universo y, a tus manos, llegará la paloma. La orquesta –con los últimos once acordes- volverá a descender a los abismos y vos y yo nos reencontraremos con un abrazo. Entonces... Todos los primos presentes soltaran globos con tu nombre y la Tuki correrá a prender la luz del molino para que todos podamos ver el camino y no nos tropecemos con las ortigas.
Tal vez logres perdonarme....
Dardo.

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